REFLEXIONES DE NUESTRAS PEREGRINAS

" Cuando me hablaron de hacer el Camino de Santiago después de lo vivido, pensé que no sería capaz. Que sería una prueba de fortaleza física. Lo temía. Pero hoy, en nuestra tercera etapa, me han desarmado los sentimientos. Me he emocionado como una niña tras las gafitas de sol y ahí he intuído la verdadera prueba. Una prueba de vida, desde el alma y sin tonterías.

Y en ese instante y desde lo alto de un paraje verde y precioso, las he visto. Mis hermanas de camino, mujeres sinceras, bellas y poderosas. Ellas han conseguido que continuara esta etapa. Porque juntas crean una energía espectacular, una vuelta a cuando eramos niñas y una conexión mágica. Porque hay algo de ellas en mi y de mi en cada una de ellas para siempre, a pesar de las camisetas rosas."

Mónica Adán