lunes, 25 de septiembre de 2017

ETAPA 1: Sarria - Portomarín (22 Km)

El Camino de Santiago tiene fama de ser un viaje para el encuentro: el encuentro con otros y, principalmente, el encuentro con uno mismo. Desde el momento en el cual conseguimos nuestro credencial, la tarjeta en la que recibirás tus sellos de peregrino en cada visita, ya empezamos a sentir la ilusión.

Hoy era la primera etapa, que no defrauda en absoluto ni al primerizo ni al curtido peregrino. Ofrece incontables aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarin, buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, sendas y corredores rurales, puentes medievales y pasarelas rústicas.





Gracias a Yolanda, la fisioterapeuta que nos acompaña en este viaje, por ayudarnos con el entrenamiento diario.  

Sin embargo, los primeros 13 Km hasta Ferreiros, donde abundan más los falsos llanos y los breves repechos que los descensos, dificulta mantener un ritmo constante debido a la orografía ondulada y el cambio frecuente de piso, convirtiendo esta jornada en algo más que un mero paseo rural.








Cada uno camina a su ritmo, solo, en parejas, en grupo, descolgándose del pelotón o dando pequeñas carrerillas para atrapar al resto. 









La sensación de libertad es absoluta. 
Libertad para caminar más lento o más rápido, para hacer fotos, para conversar o escuchar el crujido de los pasos, para conocer a otros compañeros, para hacer un descanso. Libertad al disfrutar de la inmensidad del paisaje que te acompaña en todo el camino.













El camino más largo siempre empieza con el primer paso.


Vilma Pacheco Barcia
Hoy, un texto muy especial de una de nuestras peregrinas:

"Hoy hemos comenzado nuestra aventura con la mochila cargada de ilusión y un brillo especial en los ojos. A medida que avanzábamos por el camino íbamos descubriendo paisajes de cuento llenos de robles, musgo, helechos y risas. Un paso, otro paso, el olor de la camadería auténtica, otro paso, el recuerdo sentido de la enfermedad vivida y superada, otro paso. Un kilómetro, otro kilómetro, la lagartija que se cruza entre los pies, otro kilómetro, el sonido de una gaita, el agradecimiento que brota de dentro... Y, sin darnos cuenta, ha vuelto a aparecer la mejor versión de nosotras mismas: la que es capaz de avanzar sin flaquear por conseguir sus sueños. 

Realmente hemos acabado la etapa con ganas de más. Poder disfrutar de todo esto con los mimos y cuidados del equipazo médico que nos sanó te da una energía casi ilimitada. Por eso, ya no tengo ninguna duda de que llegaremos a Santiago con el mismo brillo en los ojos de esta mañana. Sé que superaremos cualquier dificultad que encontremos en el camino y en nosotras mismas. 


Hoy, mañana y todos estos días tendré el privilegio de celebrar la vida con mi querido equipo médico y mis "compañeras de guerra". Gracias de corazón a todas!."



- Carmen Martínez

El Camino de Tu Vida 2017.