ETAPA 1: Sarria - Portomarín (22 Km)
El Camino de Santiago tiene fama de ser un viaje para el encuentro: el encuentro con otros y, principalmente, el encuentro con uno mismo. Desde el momento en el cual conseguimos nuestro credencial, la tarjeta en la que recibirás tus sellos de peregrino en cada visita, ya empezamos a sentir la ilusión.
Hoy era la primera etapa, que no defrauda en absoluto ni al primerizo ni al curtido peregrino. Ofrece incontables aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarin, buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, sendas y corredores rurales, puentes medievales y pasarelas rústicas.
Sin embargo, los primeros 13 Km hasta Ferreiros, donde abundan más los falsos llanos y los breves repechos que los descensos, dificulta mantener un ritmo constante debido a la orografía ondulada y el cambio frecuente de piso, convirtiendo esta jornada en algo más que un mero paseo rural.
Cada uno camina a su ritmo, solo, en parejas, en grupo, descolgándose del pelotón o dando pequeñas carrerillas para atrapar al resto.
El camino más largo siempre empieza con el primer paso.
Vilma Pacheco Barcia
El Camino de Santiago tiene fama de ser un viaje para el encuentro: el encuentro con otros y, principalmente, el encuentro con uno mismo. Desde el momento en el cual conseguimos nuestro credencial, la tarjeta en la que recibirás tus sellos de peregrino en cada visita, ya empezamos a sentir la ilusión.
Hoy era la primera etapa, que no defrauda en absoluto ni al primerizo ni al curtido peregrino. Ofrece incontables aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarin, buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, sendas y corredores rurales, puentes medievales y pasarelas rústicas.
Gracias a Yolanda, la fisioterapeuta que nos acompaña en este viaje, por ayudarnos con el entrenamiento diario.
La sensación de libertad es absoluta.
Libertad para caminar más lento o más rápido, para hacer fotos, para conversar o escuchar el crujido de los pasos, para conocer a otros compañeros, para hacer un descanso. Libertad al disfrutar de la inmensidad del paisaje que te acompaña en todo el camino.Vilma Pacheco Barcia